El autor copiado también copió a otros, que copiaron a otros, que copiaron a otros, y a otros, y a otros…
Plagiar es algo más que copiar un estilo, es atribuirse la autoridad intelectual de un trabajo ajeno, de modo que el plagio sea indistinguible del original, o que tenga intención clara de serlo.
Un día como cualquier otro me puse a ojear a uno de mis ilustradores preferidos y ví una imagen que me venía que ni pintada. Me apetecía copiar algo para estrenar la aplicación Procreate que me acababa de descargar, así que ni corta ni perezosa me la puse como capa inferior y copié descaradamente. Lo que me apetecía era practicar pinceles y gozar con el lápiz, así que misión cumplida y nadie salió herido. Era para uso privado y podía hacer con ella lo que quisiera.
Para eso hay una herramienta muy cómoda en GOOGLE: clicamos en el apartado de imágenes, en la barra de búsqueda pinchamos sobre el icono de la cámara de fotos de la derecha y nos pide subir la nuestra o bien poner un enlace donde esté alojada la que nos interese rastrear. En mi caso ha sido bastante acertado. Y si, soy fan total de Yehuda & Maya.